Justo cuando crees que lo has oído todo, te das cuenta de que no es así.
Los corredores desconfían con razón de los perros, ya que los perros a menudo persiguen a las personas que corren o trotan, y los ataques ocurren con frecuencia. Pero, ¿qué sucede cuando las tornas cambian y el dueño del perro es incluso más agresivo que el propio perro? Este fue el caso en enero, cuando una mujer dijo que primero fue atacada por un perro y luego por el dueño del perro.
Todo ocurrió en el Parque Regional Anthony Chabot de Oakland el 3 de enero cuando una mujer dice que estaba corriendo cuando fue atacada por dos perros. La mujer le dijo al Departamento de Policía del Distrito de Parques Regionales de East Bay que, sin embargo, fue el dueño de los perros, no los perros, quien dejó una horrible impresión de mordedura en su cuerpo cuando intentó defenderse con gas pimienta. El dueño de los perros también golpeó y pateó a la mujer, cuya identidad no ha sido revelada en los medios.
Cuando la historia se publicó originalmente en enero, la policía hizo un llamado en las redes sociales pidiendo que cualquier persona con información sobre la identidad de la mujer, proporcionada en las imágenes de videovigilancia del parque, se presentara. Y así lo hicieron. Con la ayuda del público, la dueña de los perros fue identificada como Alma Cadwalader, de 19 años. Un abogado de Cadwalader dice que el corredor simplemente asumió que los perros iban a atacarla, pero no lo hicieron, y que la acción del corredor de rociar pimienta a los perros fue una reacción exagerada. Ella dice que su cliente sólo intentaba defender a sus mascotas.
De todos modos, la policía arrestó a Cadwalader el día después del ataque. Fue ingresada en la cárcel de Santa Rita acusada de delitos graves de agresión, encarcelamiento falso y robo.
En este caso, el corredor estaba justificado por tener miedo de los perros. Correr o trotar alrededor de un perro desencadena lo que el entrenador de animales César Milán llama el impulso de presa del perro. Los perros en la naturaleza deben perseguir a sus presas, y ver a una persona correr desencadena ese instinto. Los perros están condicionados a ladrar naturalmente cuando ven a alguien corriendo. Es su advertencia a la persona para que se mantenga alejada. Cuando ven que la persona sigue corriendo, creen que ha “ganado”. Después de todo, la persona siguió huyendo, ¿verdad?
Con el tiempo, el perro que está expuesto a los corredores y no está entrenado para evitar un comportamiento agresivo hacia ellos puede verse condicionado a volverse más audaz y tal vez perseguir al corredor. Con suficiente margen de maniobra y en las circunstancias adecuadas, esa agresión puede convertirse en un ataque o una mutilación en toda regla.
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https://www.usatoday.com/story/news/nation/2019/01/06/california-dog-owner-bites-jogger-arrest/2495645002/